martes, 25 de enero de 2011

EL SENDERO_Poema de Luis Vargas; voz de Begoña Martinez

Hay un único sendero largo
que nadie sabe a donde llega.
Nace en cualquier calle,
atraviesa la ciudadela, el mar,
los desiertos, los continentes...

Lo recorremos creyendo
que, al fin, habrá un sitio
llamado paraíso, según indica
la flecha y la reseña.

Iniciamos el camino de niños.
No hay nada. No se termina.
Seguimos de adolescentes.
No hay nada. No se hace el fin.
Continuamos de adultos.
No hay nada. Se ve un horizonte.

Llegamos a la madurez,
miramos hacia atrás,
y vemos con estupor
que hay cientos de muertos
-supino rostro arriba-
que anduvieron el camino
por la razón o la fe.

Miramos hacia delante
y la senda continúa.

Tras descansar en el árbol de sombra,
seguimos en la vejez
haciendo huella con los huesos,
paso tras paso:
la sombra queda a pocos metros...

El camino sigue y sigue
nuestra huella desaparece, damos un traspiés,
caemos,
y morimos irresolutos, ineludibles, inexorables,
-vemos pasar a otros-
cerramos los ojos, supino rostro arriba
en la cuneta, y la senda sigue y sigue...

La senda sigue y sigue,
la senda sigue y sigue, la senda
sigue y...
...un laberinto interminable
abarrotado de muchedumbre.

© Luis Vargas
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lunes, 29 de noviembre de 2010

UN HUECO DE ESCALERA



UN HUECO DE ESCALERA

En la antesala de la luz/penunbra.
En la comba de la sombra/lumen,
¿cual es el misterio de una rayo
que atraviesa el cenit?

¿Y cómo han de ser los pespuntes
que fraseen los sentimientos
y abotonen los rosarios de los besos?

¿Y cómo abarcar lo inédito
sorbiendo hilos desatados?

Ah, el lento reposo,
que ahuecado apaga y humea
la llama en su asfixia.

¿Y cómo abarcar el universo
sin darnos de bruces en el suelo
al dar un salto tan alto?

Salgamos:
más abajo
hay un hueco
de escalera.

© Luis Vargas Alejo

sábado, 3 de julio de 2010

POEMAS TEMPLADOS

POEMAS TEMPLADOS: LIBRO DE POEMAS 2010


0

He de escribir deprisa

porque se acaba el tiempo,

realidad fragmentada,

la posibilidad en un misterio,

argumentos que eviten

la muerte definitiva,

una fantasía, sueños

que circundan de esplendor

el futuro que no existe,

tentación de ser poderoso

bajo sospecha de lo prohibido,

manzanas agusanadas en el árbol

de la ciencia, poder del que

lo plantó, dominancia, astucia,

símbolo y destino,

mientras el hombre agoniza

por la farsa de la fe

porque todo es terrenal,

todo es materia,

y aunque los coros canten

a lo invisible,

sólo existen los bosques

muertos o vivos.

1

Se ocultan los girasoles

las proezas y las meigas,

naves extrañas como serpientes

cruzan el cáñamo y el trigal;

la Tierra tiembla

y el hombre vuelve a inventar

profilácticos aconsejables, pero no,

no hay salida tras la catástrofe

para los muertos.



Todo sucede sin razones aparentes,

como un destino de acoplamiento celular

de la naturaleza agreste y desbastadora,

que se ceba en los más débiles como una

casualidad.



¡Oh, Dios, que mala creación tuvimos,

que designios de sufrimiento y dolor,

que angustia vivir la vida llena de ignominia,

de ira y soberbia, de duda y desesperanza.



¿Qué padre puede castigar con ese rigor

y dureza a sus hijos?



No, cada vez lo veo más claro, tú no estás

en éste mundo. Tú no existes. Te ignoro,

como le hago al poderoso que abandona

su empresa y no paga al obrero que le sustentó,

matándole de hambre

cuando sus ganancias no son las que espera,

mientras él vive en el Olimpo.



Plagas de crisis sustentan la desarmonía

el desamor y las guerras:

los muertos lloran por lo vivos calladamente.

miércoles, 2 de junio de 2010

DESNUDOS

El baño_óleo de Luis Vargas 70x65





Al levantarse_óleo de Luis Vargas 60x50



El asiento_óleo de Luis Vargas 60x50