sábado, 9 de julio de 2011

Hola, ola

Dormiré envuelto en agua

soñando entre la espuma de una ola,

volteado por el cúmulo

del acontecer de un tsunami,

que me va llevando

como un producto energético

de fuerza mayor,

hacia el sueño y el destino

insuperable.

© Luis Vargas

jueves, 23 de junio de 2011

Velero a la Deriva_óleo de Luis Vargas


Mar revuelta de intrincados vientos


que desarman veleros sin rumbo fijo...



¿Quién dijo que yo no había pintado más barcos?


jueves, 12 de mayo de 2011

SAN PEDRO EL VIEJO EN HUESCA_óleo de Luis Vargas


Románico en arcadas de columnas

en patio de monasterio,

rezos enclaustrados

piedra sobre piedra,

filigranas de talla que elevan aves,

silencio,

maitines al alba

entre voces de canto gregoriano,

vientos en espirales

ascienden por los círculos de Dante,

la luz penetra en el paraíso

y se angosta la sombra...


por los corredores adoquinados

andan las gracias como guardianes

de las cuatro partes del claustro.


La pintura está hecha:

sólo falta abrir el pórtico,

que entre Beatriz

y se haga el milagro.


© Luis Vargas

martes, 10 de mayo de 2011

EL BARRANCO DE POQUEIRA

La Alpujarra_óleo de Luis Vargas

Nace la luz en los senderos,

entre techos de pizarra, adobe y encalada piedra,

en el Barranco de Poqueira, allá

en la Alpujarra granadina

donde crecieron, ladera abajo, colgadas

en terrazas y balates, entre rayos de sol y agua,

los pueblos más bellos del mundo,

que proporcionan al paisaje

un halo de color hecho luz

o quizá una luz hecha color

© Luis Vargas

martes, 25 de enero de 2011

EL SENDERO_Poema de Luis Vargas; voz de Begoña Martinez

Hay un único sendero largo
que nadie sabe a donde llega.
Nace en cualquier calle,
atraviesa la ciudadela, el mar,
los desiertos, los continentes...

Lo recorremos creyendo
que, al fin, habrá un sitio
llamado paraíso, según indica
la flecha y la reseña.

Iniciamos el camino de niños.
No hay nada. No se termina.
Seguimos de adolescentes.
No hay nada. No se hace el fin.
Continuamos de adultos.
No hay nada. Se ve un horizonte.

Llegamos a la madurez,
miramos hacia atrás,
y vemos con estupor
que hay cientos de muertos
-supino rostro arriba-
que anduvieron el camino
por la razón o la fe.

Miramos hacia delante
y la senda continúa.

Tras descansar en el árbol de sombra,
seguimos en la vejez
haciendo huella con los huesos,
paso tras paso:
la sombra queda a pocos metros...

El camino sigue y sigue
nuestra huella desaparece, damos un traspiés,
caemos,
y morimos irresolutos, ineludibles, inexorables,
-vemos pasar a otros-
cerramos los ojos, supino rostro arriba
en la cuneta, y la senda sigue y sigue...

La senda sigue y sigue,
la senda sigue y sigue, la senda
sigue y...
...un laberinto interminable
abarrotado de muchedumbre.

© Luis Vargas
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lunes, 29 de noviembre de 2010

UN HUECO DE ESCALERA



UN HUECO DE ESCALERA

En la antesala de la luz/penunbra.
En la comba de la sombra/lumen,
¿cual es el misterio de una rayo
que atraviesa el cenit?

¿Y cómo han de ser los pespuntes
que fraseen los sentimientos
y abotonen los rosarios de los besos?

¿Y cómo abarcar lo inédito
sorbiendo hilos desatados?

Ah, el lento reposo,
que ahuecado apaga y humea
la llama en su asfixia.

¿Y cómo abarcar el universo
sin darnos de bruces en el suelo
al dar un salto tan alto?

Salgamos:
más abajo
hay un hueco
de escalera.

© Luis Vargas Alejo

sábado, 3 de julio de 2010

POEMAS TEMPLADOS

POEMAS TEMPLADOS: LIBRO DE POEMAS 2010


0

He de escribir deprisa

porque se acaba el tiempo,

realidad fragmentada,

la posibilidad en un misterio,

argumentos que eviten

la muerte definitiva,

una fantasía, sueños

que circundan de esplendor

el futuro que no existe,

tentación de ser poderoso

bajo sospecha de lo prohibido,

manzanas agusanadas en el árbol

de la ciencia, poder del que

lo plantó, dominancia, astucia,

símbolo y destino,

mientras el hombre agoniza

por la farsa de la fe

porque todo es terrenal,

todo es materia,

y aunque los coros canten

a lo invisible,

sólo existen los bosques

muertos o vivos.

1

Se ocultan los girasoles

las proezas y las meigas,

naves extrañas como serpientes

cruzan el cáñamo y el trigal;

la Tierra tiembla

y el hombre vuelve a inventar

profilácticos aconsejables, pero no,

no hay salida tras la catástrofe

para los muertos.



Todo sucede sin razones aparentes,

como un destino de acoplamiento celular

de la naturaleza agreste y desbastadora,

que se ceba en los más débiles como una

casualidad.



¡Oh, Dios, que mala creación tuvimos,

que designios de sufrimiento y dolor,

que angustia vivir la vida llena de ignominia,

de ira y soberbia, de duda y desesperanza.



¿Qué padre puede castigar con ese rigor

y dureza a sus hijos?



No, cada vez lo veo más claro, tú no estás

en éste mundo. Tú no existes. Te ignoro,

como le hago al poderoso que abandona

su empresa y no paga al obrero que le sustentó,

matándole de hambre

cuando sus ganancias no son las que espera,

mientras él vive en el Olimpo.



Plagas de crisis sustentan la desarmonía

el desamor y las guerras:

los muertos lloran por lo vivos calladamente.

miércoles, 2 de junio de 2010

DESNUDOS

El baño_óleo de Luis Vargas 70x65





Al levantarse_óleo de Luis Vargas 60x50



El asiento_óleo de Luis Vargas 60x50

viernes, 13 de noviembre de 2009

SOPLOS Y ASPIRACIONES


Soplo aspiraciones,
hacia lugares que se vuelven vientos,
recogiendo energías y parajes
de todo lo que existe,
de todo cuanto amo y me ama,
a pulmón abierto,
henchido de temores y quereres.

En la vertical paciencia del alminar
se conmueve y bifurca
el pensamiento en el aire,
entre lo esencial y lo superfluo,
la presencia y lo presentido,
lo aspirado y el soplo
de los sintagmas
que dan vida, boca a boca.

Y descubrimos el lenguaje
en lo alto de los tiempos,
prendido como fruto, dulce o agrio,
de los largos brazos de un coquí,
o en el vaivén errante de las cosas.

Y allí,
aspirando soplos,
soplando aspiraciones,
comienza el poema en soliloquios
a revolotear en conjuros opacos
y convertirse en suspiros fuertes
que tratan de llamar respuestas.

Monzones que argumentan vértigos
por los puentes de arena
se ondulan los soplos,
dejando que quepan las aspiraciones
y rocen los contornos de los otros,
para trasformarse en dunas
amarillas, rojizas, malvas,
como líneas de pechos
que amanten extremos unidos:
boca junto al pezón,
palabra junto al silencio,
soledad frente al amor.

lunes, 2 de noviembre de 2009

HOY ME LEVANTÉ AL AMANECER

Hoy me levanté al amanecer
sin poder dormir entre las sábanas,
y me vine aquí,
a este cuadro de insomnios y verdades,
a este rincón de opacos sentimientos
donde se conversa a solas como un loco,
en la soledad de las noches crueles.
Y oí el canto de un pájaro que aún dormía...
y el verde de los pinos que aún eran grises...
y la luna nueva que soñaba
junto a la Osa Mayor tirando de su carro.

Venus me guiñaba sus ojos......
y luché, por luchar, contra los signos,
embelesándome.

Bajo la cúpula atroz de lapislázuli
dialogaba con los fantasmas de siempre.

Sentí pudor de gritar ausencias
porque no hay más luz que la luz,
ni más océano que el inmenso,
a cuyo viento navegan los poemas
zozobrando en conjeturas y en fiestas,
prendiendo lazos en los sauces,
oyéndose en el rumor de las abejas
y oliéndose en la madera verde.

Resistir a lo enajenado,
igual que lo hace el bosque a un desierto,
afianzado, lleno de raíces,
lleno de ramas entrecruzadas,
sirve para vestir una desnudez
tejiendo túnicas sin materia:


Sintetizo, exprimo sabias, avanzo,
rezuma agua, y aún así,
adolezco de muchas carencias.

Oh¡,
la mañana ya clarea y temo retornar a mi cordura...

En la distancia en que nos vemos
no debe haber iris de colores:
solo brisas,
ecos,
sentimientos.....
no ser de uno mismo
-aunque se sea -
siendo del otro
al que se ama.

Así la soledad, será más pequeña.


© Luis Vargas

sábado, 19 de septiembre de 2009

AÚN DESPUÉS

AÚN DESPUÉS

Te hablaré de aquella hora
soluble en el espacio, parecida
al rocío de la mañana,
que tiembla en los labios de una fresa.

De la alegría de la casa, de la huerta,
del rosetón de colores, del río.

Te hablaré del sol cuando nace
detrás de la montaña. De tu casa
y la mía, del camino que hay
chopera arriba, de tus ojos, de la luz
de la almendra, de las superficies
y los ángulos.

Te hablaré de lo que hubo, de lo que hay,
de lo que queda, de lo de siempre, de tu sonrisa...

Ay, todo sigue igual y continúa, vibra
como lo hace el cuerpo enjaezado de caricias
con aquel escalofrío medular de la noche inmensa.

Todo sigue igual: los niños juegan,
el olor a pan recién horneado, las vides
con su misterio, los sueños…

Te hablaba…
y aunque ya no pueda, te cuento, -bien lo sabes-,
desde el cenit de la ladera, cuánto amé la vida,
cuánto te quiero,
aunque hoy esté muerto para ti
y la vida siga.


© Luis Vargas

viernes, 11 de septiembre de 2009

AZUL TURQUESA (a mi esposa)

Me obsesionan los jinetes de color azul turquesa.
El viento de tu mirada. Tus ojos, sí, tus ojos.
Tu boca, sí, tu boca. Tu pelo, sí, tu pelo.
La serpentina de plata que cruza el valle de tus montañas,
nacimiento y caudal de todas mis ansias.

Me obsesiona tu gesto y tu alma.
Aquella noche oscura que tú alumbraste
con aquella sinfonía de besos y de palabras.

Te quiero, desde hace tanto,
que no sé si el tiempo va hacia tras o hacia delante.
Espero recabar la memoria para tenerte siempre en mi pensamiento
y auscultar los enigmas del amor
con la pasión del que espera y lucha por un milagro.

© Luis Vargas Alejo

jueves, 27 de agosto de 2009

LO EXTRAÑO

Un extraño
sumergido en preguntas
puede cambiar la experiencia
y convertir la narración
en una feliz
disputa
en un básico salvavidas
o en un cambio
radical
de la vivencia
que no se ve.

Puede cambiar
las paredes
de la casa
por mosaicos
transparentes
con sólo una condición:

que el extraño no se haga
conocido y cotidiano
porque entonces necesito otro presunto extraño
o crearé, irremisiblemente, la idea de dios,
como las bacterias crearon el oxígeno
fuente y origen de la vida de los mamíferos
y veneno letal que oxida la materia.

© Luis Vargas

Caballos pastando_óleo de Luis Vargas


Caballos en el pasto_óleo de Luis Vargas 65 x 55