martes, 4 de noviembre de 2014

PROYECCIÓN POÉTICA

Me proyecto como un funámbulo
en la cuerda imaginaria de mis versos,
me balanceo,
doy la vuelta,
cruzo,
tengo miedo,
juego como los niños
en el mágico mundo de los sueños,
miro,
observo,
copio,
vomito el inconsciente,
me quedo bailando en la cuerda floja,
no sé si el viento,
la pértiga del equilibrio,
el ruido de la gente,
el vacío,
el extraño vértigo,
o la ansiedad
que proyecto sobre personas, animales o cosas,
me hará caer,
son como sentimientos reprimidos,
artificios mentales,
cualidades
que comunico a los otros,
positivas o negativas,
sabiendo que en el verso
hay un lugar pequeño y otro grande,
un dolor,
una nostalgia,
un disfrute,
una alegría,
un desahogo,
una pócima insoluble
que suscita eternos conflictos
en mi mundo chiquito.

© Luis Vargas



domingo, 2 de noviembre de 2014

PLAYA


Playa de Galizano en Asturias:óleo a espátula de Luis Vargas 40 x 70 cms.






Con un canto de eco de olas,
la costa verde se va empinando
en acantilados cimarrones,
que lloran carmines en el agua,
que ahondan  perlas marinas
en el Cantábrico.

© LV

martes, 7 de octubre de 2014

EL TIEMPO Y LOS RAYOS


Pasa el tiempo como el rayo
y suena el trueno, después, expectante.

Nada hay tan veloz como el tiempo
a pesar de su bruma espesa.

Los caminos construidos por el hombre
son todos de artificio.

La naturaleza alberga una cosmogonía compleja
entre vías y destinos naturales.

Quienes modifican Los Apalaches,
los mares, las playas, los manglares,
las selvas, planicies o desiertos
están locos.

El tiempo pasa como el rayo
y la luz que traspasa los vidrios
confirma que, de pronto, de joven
te haces viejo.

Y, sin embargo, no por tiempo,
se alcanza la sabiduría.

© Luis Vargas

viernes, 9 de mayo de 2014

CAMIÓN DE ILUSIONES_construido en madera diversa con mis manos









Pintado de rojo
cargado de sueños
el camión avanza
con huellas de tiempo
y efervescentes poemas
como gaseosas frescas.

© Luis Vargas

viernes, 25 de abril de 2014

POR QUÉ ESCRIBIMOS POESÍA

Saber por qué escribimos poesía
buscando en lo recóndito el misterio
y tallando tatuajes en el aire
es como querer preguntarle a la vida
cual es el intríngulis de la muerte
si estando el sol en lo más alto
sentimos el albor del calígeno.

Por qué escribimos poesía, me pregunto,
y no sé responderme
es como una besana que comenzamos
y al encontrar la primera piedra
nos incita con berretín a seguir el surco
en busca de nuestra identidad, o tal vez,
escribimos poesía, porque hemos visto
como un ser querido se muere de repente
y pensamos: ¿caeré yo mañana?

Y así, en la tremenda desdicha del ser,
la vida es un sortilegio
que anda entre versos escondida.

© Luis Vargas

miércoles, 16 de abril de 2014

EL ARCÓN





Arcón de madera de pino de 90x90x60 construido por mis manos y cuatro herramientas simples, para cumular el espacio y el tiempo.
 
No penséis que vamos a estar aquí toda la vida,
pues en menos de un suspiro, te evaporas
cuando menos lo esperabas, sin más tiempo
ni más prebendas, sin avisarte siquiera.
¿Para qué acumuláis tanta riqueza
en arcones cerrados con mil argollas,
sin cuando os vayáis, tal abundancia,
la dejaréis prendida de los lujos
que tanto amasteis, enviando a los demás
a la indigencia?
© Luis Vargas

Aquí he guardado todos mis cuadros...para cuando me vaya, esté todo ordenado...

Barnizado y cobijando óleos.



 

viernes, 21 de marzo de 2014

LA ÓRBITA DEL TIEMPO

El tiempo es testaferro de los años
que va penetrando en los poros de las células
como el silencio en una estancia.

El invierno pasa sufragando nieves
adecuando tormentas a una primavera
que ya comienza.

Aromas de sexo que abren flores
con besos de bocas jadeantes
anhelos de luz.

Y se alumbra la órbita del espacio
sumando cuerpos y lustros
y astros que agonizan sin querer.

Caemos en la explosión de la nueva vida
mientras el reloj marca las horas
y vamos abandonando la existencia.

Es un reemplazo de la materia
y el espítiru.

© Luis Vargas

MI BARGUEÑO

El bargueño es un mueble característico español de los siglos XVI a XVIII. El nombre es de origen incierto, para algunos del pueblo de Bargas en la provincia de Toledo.

La denominación de bargueño aparece en Madrid en el siglo XIX quedando constancia escrita por primera vez en 1872 en el catálogo de objetos artísticos españoles del Museo Victoria and Albert (Londres) que realizó Juan Facundo Riaño. Pero si investigamos el origen de estas piezas nos encontraremos con numerosas contradicciones y distintas denominaciones, según el experto Casto Castellanos Ruiz, director de la Escuela de Arte y Antigüedades. Tradicionalmente se considera que es un mueble español, en inventarios antiguos se les ha llamado escritorios, papeleras, contadores, arquillas, etc. En todos los casos siempre se refieren a muebles donde se guardan escrituras y documentos. Riaño atribuye su fabricación al pueblo toledano de Bargas. No obstante, Castellanos apunta que en la época a la que se refiere, a finales del siglo XV o principio del XVI,  no había ningún taller de carpintería, ni siquiera había indicios de industria maderera en la zona. Otra hipótesis también centra la localización de su origen en la misma zona gracias a las manos artesanales de un ebanista toledano apellidado Vargas y de ahí que aparezca la palabra bargueño con b o con v indistintamente.
Hay dos teorías sobre el origen del bargueño según Castellanos; una que es de origen chino. Así, por ejemplo, en el Victoria and Albert se conserva un mueble lacado del siglo XV con toda la estructura perfectamente definida. Esta pieza pudo haber llegado a Europa a través de Venecia y de allí al Levante español. Curiosamente es en Cataluña donde se encuentran algunos de los bargueños más antiguos. En el siglo XVII la compañía de Indias  ya importaban bargueños lacados japoneses y chinos. Estos lacados fueron imitados por los artesanos europeos hacia finales de siglo. La otra teoría sobre el origen del bargueño nos lleva nuevamente a Cataluña y se basa en la trasformación de las arcas de novias catalanas. No obstante, en el ámbito cultural hispano-musulmán también debió de ser un mueble muy usado y se conservan algunos de época muy temprana. Las arquillas mudéjares de taracea llevaban una tapa superior y una serie de cajoncillos adosados a las paredes que después se trasladaron al frente incorporando una tapa con llave.
Los más típicos y populares
El bargueño más típico es el salmantino, llevan la caja de nogal con tapa abatible y herrajes de chapa de hierro recortada, a veces dorada, suelen llevar también como pequeños leones esquematizados. Una vez abiertos muestran su frente dorado con incrustaciones de hueso embutido (en España no se suele utilizar marfil), parecen pequeños retablos.
Los catalano-aragoneses del XVI tienen una decoración de taracea de hueso de vaca y madera de boj sobre nogal de tipo plateresco a veces manierista. Estos muebles son muy apreciados y salen muy pocos al mercado, cuando aparecen son objeto de atención por parte de museos y coleccionistas muy expertos.
Otro tipo de muebles muy fáciles de reconocer son los granadinos, identificados por la técnica de taracea de influencia hispano-musulmana. Hay un ejemplar de éstos en el museo Arqueológico y poco más. Muchos bargueños conservan la decoración de taracea de hueso sobre nogal de influencia mudéjar con pequeñísimas piezas, algunos de los muebles de mayor tamaño representan escenas religiosas o cortesanas. El bargueño castellano del siglo XVI, donde se puede incluir el bargueño toledano, suele ser de nogal con decoración de tipo plateresco o manierista. En el siglo XVII se mezclan los dos estilos mudéjar y plateresco. Predomina la talla con motivos vegetales, angelitos o niños con cartelas en los cajones y en las puertas aparecen bustos o escudos.
Los primeros chapeados
A finales del XVI llega a España una gran variedad de maderas procedentes de las Indias lo que hace que no sólo se utilice el nogal tallado o la taracea de hueso sobre nogal, sino que se trabaja el chapeado de ébano, caoba y peral que se contorneaban con filetes de marfil, carey u otra madera distinta. Los bargueños chapeados suelen ir sin tapa, con los cajones a la vista, se utiliza mucho el embutido de hueso y carey, según Javier Sicilia, restaurador ebanista. En estos muebles se combinan las influencias flamencas, alemanas y napolitanas. Si hay que añadir alguna pieza de madera nunca será la misma pero sí de la misma especie de árbol. Si es una madera exótica muy rara y no podemos encontrarla, en ese caso buscamos otra lo más parecida. En cualquier caso una de las claves para la restauración es que coincida la veta, esto es lo más complicado ya que habrá que desechar muchas maderas hasta encontrar la pieza adecuada. Otro apartado importante es el estudio del color del mueble a la hora de teñir la nueva pieza. En el caso de los dorados nos podemos encontrar que se les ha aplicado un baño de purpurina sobre el oro, generalmente se les dio este baño porque el oro estaba muy gastado por lo que el restaurador deberá hablar con el cliente e indicarle que puede encontrarse con este problema. Hoy en día a la gente le gusta ver el oro viejo, que se vea el estuco o el bol rojo o verde.
Alrededor a 1600 se pone de moda un tipo de bargueño muy austero decorado con molduras o tallas de tipo geométrico. A lo largo del XVII el modelo más popular fue el salmantino. En siglo XVIII se extiende por toda la geografía española el gusto por los bargueños italianos y de influencia flamenca. Los ensambladores y ebanistas catalanes realizan magníficos trabajos de embutidos sobre macizo y chapeados.
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Y así, por fín ha quedado mi bargueño:


Al instante miro y veo al instante
la belleza de tu cuerpo sobre el cristal,
traspasando el umbral de mi conciencia.
Pérgola asentada como parral de uvas
reluciendo al sol de la madrugada
dejando aromas dulces.
Secreter bargueño de pino encerado
que defendieron de mis manos los dedos
en el rayar del esmalte ataviado.
Verso ahondado con serrucho y lima
suspendido en la ceguera de las formas
con deseo de placer en pálpito puro.
Hoy ya puedo, contemplar la imagen
de tus columnas y senos, como una historia
de amor insólito.
© Luis Vargas

martes, 10 de diciembre de 2013

POESÍA Y PINTURA DE LUIS VARGAS

La poesía es una forma de conocimiento intuitivo que no necesita demostración. El poeta siente y razona, reza a través del poema desde donde se busca a sí mismo, busca el origen del universo y la ontología del ser a través de un lenguaje especial -casi místico- que va más allá de las propias palabras, con imágenes que representan las verdades más ocultas o más presentes de la realidad y el deseo.
La pintura es la plástica de la propia poesía cuyo devenir está en elcolor y la forma.

martes, 12 de noviembre de 2013

Tour Eiffel

Tour Eiffel_óleo de Luis Vargas 100 x 60 cm.

Por los campos de Mars
crucé bajo los arcos de la Eiffel,
lanza de hierro que rasga el azul
en el París de Montmartre.

Y desde la pica de su imagen
rasgué nubes con las manos,
sosteniendo ilusiones
con chispas ardientes de fragua.

Primera vocal de un verso
que se inicia en una toral
para recorrer desde su talle
los puentes del Sena.

© Luis Vargas




jueves, 7 de noviembre de 2013

VENGA A NOSOTROS TU REINO

Aparta de mi la agonía
de ver un mundo insatisfecho,
lleno de ampollas con sal
y versos quebrados sin luz.

Déjame todavía
que pueda abrazar los sauces
que sombrean la vera del río,
cuyas aguas sagradas lavan
las penas y las culpas del mundo.

Pero no esperes que el hombre cambie
pues fue creado con técnica deficiente
chic controvertidos
clave de caducidad
sexos opuestos
y neuronas que no encajan.

Si quieres de verdad salvarnos, oh Dios,
no te escudes en que nos diste
el libre albedrío,
entre la dualidad del bien y el mal
está Tú intervención,
sin la cual, no somos libres,
estamos tullidos de desesperanza
y pecados capitales
que tapan las virtudes con fuerza viento 7
desarropados y a merced del demiurgo
¿y Tú dónde estás?

Somos mercenarios de los inconvenientes
de las guerras entre tribus,
del ansia de alcanzar la gloria
a base de pisarnos los unos a los otros,
como en una carrera de obstáculos anormal
donde los medios justifican la meta.

No me interesa la vida después de la muerte,
sino antes de ella.

© Luis Vargas

miércoles, 25 de septiembre de 2013

NO SUPE EL POR QUÉ

Fruto de la ignorancia no amasé bien el pan en el horno adecuado, y con susto huí dejando abandonados los enseres de hornear la vida y fuíme a no se sabe qué lugar con espacios desconocidos y levitas largas como soñando fugazmente y distraído. Y así fue como pasó el tiempo y bajé al sur y no encontré nada nuevo ni diferente, sino puertas cerradas que abanican el aire y desnudan la capacidad de las ilusiones, como nubes que transportan aguas de borrajas. Cuando quise segar el trigo molerlo en la piedra del futuro enseñorear la tierra amasar la harina y el agua y vender el pan: había pasado tanto tiempo que estaba rancio. En el armario de vieja luna se reflejaron los fracasos y los miedos y fue duro volver a empezar. © Luis Vargas

sábado, 27 de julio de 2013

POEMA A D. QUIJOTE


óleo de Luis Vargas 45 x 40

Quijote de lecturas y poemas
romancero de sueños y tormentos
de enmohecida espada molinera
en locura de molinos de viento,

burlose del poder establecido,
de aquellos ilustradísimos fueros
de caballeros llamados andantes
que más que héroes fueron y son, elfos

débiles nobles de jubones de oro
de arrogante blasón y mal señor
a quien combatió con adarga, lanza,
con rocín flaco, y galgo corredor

yelmo viejo de Mambrino encantado,
que no era yelmo: bacia de barbero;
y cogió por escudero a Sancho
y dijo: "sea moderado el sueño

que el que no madruga con el sol
no goza del día, no lleva a fin sus deseos"
y escribió Cervantes lenguaje puro,
y entre aventuras, desfaciendo entuertos

no sólo del buen habla castellana
sino de tantos abusos funestos
que acarrea al pueblo, la sociedad.

Bendito seas Don Quijote, atuendo
pobre y corazón perfecto: quijote.

© Luis Vargas

lunes, 8 de julio de 2013

DI ALGO, DÍMELO

Miras tu vida
y ves una habitación,
muchos estantes,
libros amontonados,
póster de ilusiones
y un calendario
de años antiguos.

Fotos de ti
que ya no eres tú
y una ventana abierta
al horizonte
con un letrero que dice "STOP"

Despiertas del ensueño,
te levantas,
abres la puerta
y te vas a dar un paseo
encontrando en las aceras
pisadas tuyas
dislocadas y tejidas
hacia los cuatro puntos cardinales
una distancia de amores
un escudo
y mucha gente pisando
las huellas de miles de pies
que transportaban
y aun transportan
penas, alegrías, sudor
y muchos más libros.

Pasión de amores
o de poemas
se asientan en las esquinas
del pasado
sin decir palabra,
pero reconoces en ellas
tu vida.

Y preguntas
y nadie te responde
pero tu oyes:
¡anda, anda, que estás tonto!

© Luis Vargas 
 
Paseo entre Alamedas_óleo de Luis Vargas 70 x 60 

martes, 21 de mayo de 2013

TRANSPARENCIA


No puede haber transparencia

porque se nos vería la mierda en casa,

sabríamos quién especula

y quién tiene las entrañas negras.

La opacidad es el escudo que guarda

y defiende al poderoso, al fraude,

al trilero y a la mafia

de sus intrincadas avaricias,

de sus dotes de alquimista, de su

alianza con el demonio.

Sino hubiera “tops secret”, la inteligencia

se usaría para favorecer a los desfavorecidos,

sin comisiones, ni ganancias,

no habría, no, argucias ni mentiras,

porque no harían falta.


Cuando llueve a cántaros

y los ríos de derraman

¿a quién arrasan las aguas?

a los que no tienen tierra firme

para poner su habitat

y se transparentan como papel arroz.

Los que viven en castillos de opacidad

no les entra el agua por los rincones

y salen a coger el yate con paraguas;

no les interesa la transparencia

y aunque hacen leyes transparentes

que luego no son translúcidas

y se interpretan entre sombras.

La omisión de la luz y sus ondas

es el pecado de los malditos:

la gran tormenta de nubes ácidas.

© Luis Vargas

lunes, 6 de mayo de 2013

JARAMAGOS


Seco como un desierto sin dunas
atrevido corazón latiendo
como ventarrón que esparce huidas.

Frisos de hojarasca en la pared
como historia que se cuenta en arabescos
furtivo el tiempo, el espacio cano,
jaramagos salvajes que van creciendo
en la ribera del río y en las cunetas...
en el borde la vida.


Y se van marchando de dos en dos
los versos que antes cubrían los años
como tripletes de ideas amancebadas.

Silencio de cristal lleno de vaho
cuando el eco de la espuma cita poemas
y no acuden las palabras a la cita del aire
como dos enamorados que se separan;
la noche al hombre, el trigo ciego,
y una calma arrugada que toma formas
de los huecos del vértigo
que hay en el agua.

© Luis Vargas Alejo

lunes, 5 de noviembre de 2012

ARCO DE CUCHILLEROS_ óleo de Luis Vargas 70 x 60

Arco de Cuchilleros_Madrid _ óleo de Luis Vargas 70 x 60


El arco de Cuchilleros es la más famosa de las nueve puertas de acceso de la Plaza Mayor de Madrid (España) y está situada en la esquina sur-oeste de la plaza. La considerable altura de este arco se debe al gran desnivel que existe entre la Plaza Mayor y la Cava de San Miguel.

El arco de Cuchilleros es obra de Juan de Villanueva  quién tras el incendio de la Plaza en 1790, cerró completamente la plaza habilitando una serie de arcadas para su acceso.
 El origen de su nombre está en la calle de Cuchilleros a la que da salida, y en la que antiguamente se ubicaban los talleres del gremio de cuchilleros, pues suministraban su artículos al gremio de carniceros ubicado dentro de la plaza.

En la actualidad, el arco y calle de Cuchilleros, es un destacado punto turístico de la capital de España, donde se encuentra ubicado el Restaurante: 
Fundado en 1949, es considerado uno de los restaurantes con más tradición de Madrid.
Está situado en el mismo Arco de Cuchilleros y fue en su época, cobijo del famoso bandolero Luis Candelas. Con una cocina madrileña-castellana, sus especialidades son: el cochinillo y el cordero asado en horno de leña, los callos a la madrileña o la merluza a la cazuela. Terraza Exterior.Extensa carta de vinos. Cocina abierta todo el día.

Corren los primeros años del 1800, cuando nace  Luis Candelas Cagigal. Un mozuelo que va creciendo con  fama, labrándose la profesión de bandolero.

Con chaquetilla azul turquesa, pantalón de Mahón y  faja de Corinto, Candelas  se convierte en un personaje  célebre robando establecimientos y asaltando diligencias.

Tras sus robos acude al Arco de Cuchilleros. Uno de  los lugares más típicos del antiguo Madrid, enclavado en  la herreriana Plaza Mayor -  donde se encuentran hoy en
día “Las Cuevas de Luis Candelas” -, que en el siglo XIX  era sitio concurrido por lo más castizo de la época y  chicoleo de majas y chisperos.

Es precisamente allí, bajo el Arco de Cuchilleros y  en sus cuevas, donde Luis Candelas – conocido así por sus  amigos, y Don Luis Álvarez de Cobos para los que lo eran  menos –se escondía con su  “cuadrilla” y preparaba sus  golpes, porque  disponían de muchas salidas al exterior  que despistaban a sus perseguidores.

Tras su matrimonio con Manuela Sánchez en la Iglesia  de San Cayetano, marcha a Zamora donde reside algún  tiempo hasta que decide su vuelta a Madrid.

En 1837 lo atrapan y hecha pública su sentencia, le  condenan a muerte a garrote vil. Su ficha rezaba así: “ Luis Candelas Cagigal, de 28 años, casado, natural de  Madrid, con domicilio en Cuchilleros, 1 , ladrón profesional,  estatura regular, pelo negro, sin redecilla, ojos al pelo,  boca grande y mandíbula prominente, bien formado y recio ”. La condena se lleva a efecto en presencia del pueblo y  en las afueras de las puertas de Toledo de Madrid. Sus últimas  palabras fueron éstas: SÉ FELIZ, PATRIA MÍA

Años después, en 1949, Félix Colomo Díaz afamado y  reconocido torero de Madrid nacido en Navalcarnero,  se enamora de las viejas cuevas bajo el Arco de Cuchilleros  y las convierte en restaurante, para que la historia del  viejo Madrid  perdure en el tiempo, cumpliendo así con la  última voluntad de Candelas, al  hacer feliz a todo  comensal que visita su casa.

Félix Colomo, conjugó el sueño de ser torero  con el de fundar este restaurante, dedicándose en cuerpo  y alma a sus queridas Cuevas.

Dos hombres con un cierto paralelismo: Candelas  un héroe y romántico de sus hazañas y  Colomo un  valiente en la plaza de toros, en “Las Cuevas de  Luis Candelas” y en la vida.

Con más de medio siglo de historia “Las Cuevas de  Luis Candelas”  sigue abriendo sus puertas día a día,  conservando el estilo, el tipismo y la singularidad de  aquella época, y guardando el secreto de la mejor  gastronomía tradicional  para deleite de todo aquel que se sienta en sus mesas.