lunes, 13 de junio de 2016

¡PARA QUÉ SIRVE LA POESÍA?

Dicen que la poesía es un trabajo estéril y no sirve para nada. Es una pérdida de tiempo en este mundo globalizante y amorfo, un desperdicio del intelecto, una entelequia espiritual mal retribuida.

La poesía se emplea para aplacar las tormentas del alma, redimir a una mujer o un hombre, o llenar el corazón de ese sentimiento llamado amor.

Puede, en dosis bien servidas, alimentar el espíritu, asustar una soledad y alejar una tristeza.

Sirve también para reflexionar acerca de si las piedras hablan o si la luna es medicina para el mal de amores.

Por medio de la poesía podemos hacer hablar las flores y voltear el cielo de cabeza,
cambiar la tarde de lugar. Es un buen recurso para transgredir la monotonía
y curar el insomnio.

Octavio Paz afirma que la poesía no es una actividad mágica ni religiosa, no obstante el espíritu que la expresa, los medios de que se vale, su origen y su fin, muy bien pueden ser mágicos o religiosos.
Mientras que en la religión lo sagrado cristaliza en el ruego, en la oración, en el éxtasis místico, en un diálogo o relación amorosa con el creador, el poeta lírico entabla un diálogo con el mundo; en ese diálogo hay dos situaciones extremas: una de soledad y otra de comunión.

¿Qué pretende el poeta cuando expresa su experiencia? Paz contesta:
“La poesía ha dicho Rimbaud, quiere cambiar la vida. No piensa embellecerla como piensan los estetas y los literatos, ni hacerla más justa o buena, como sueñan los moralistas.

Mediante la palabra, mediante la expresión de su experiencia, procura hacer sagrado al mundo; con la palabra consagra la experiencia de los hombres y las relaciones entre el hombre y el mundo, entre el hombre y la mujer, entre el hombre y su propia conciencia.

No pretende hermosear, santificar o idealizar lo que toca, sino volverlo sagrado. Por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea.

Es simplemente poesía de soledad o de comunión. Porque la poesía que es un testimonio del éxtasis, del amor dichoso, también lo es de la desesperación. Y tanto como un ruego puede ser una blasfemia”.

El poeta, agrega Paz, tiende a participar en lo absoluto, como el místico,y tiende a expresarlo, como la liturgia y la fiesta religiosa.

Esta pretensión lo convierte en un ser peligroso, pues su actividad no beneficia a la sociedad; verdadero parásito, en lugar de atraer para ellas las fuerzas desconocidas que la religión organiza y reparte, las dispersa en una empresa estéril y antisocial.

En la comunión el poeta descubre la fuerza secreta del mundo, esa fuerza que la religión intenta canalizar y utilizar, a través de la burocracia eclesiástica.

Y el poeta no sólo la descubre y se hunde en ella: la muestra en toda su aterradora y violenta desnudez al resto de los hombres, latiendo en su palabra viva en ese extraño mecanismo de encantamiento que es la poesía.

La poesía es la revelación de la inocencia que alienta en cada hombre en cada mujer y que todos podemos recobrar apenas el amor ilumina nuestros ojos y nos devuelve el asombro y la fertilidad. Su testimonio es la revelación de una experiencia en la que participan todos los hombres, oculta por la rutina y la diaria amargura.

Los poetas han sido los primeros que han revelado que la eternidad y lo absolutono están más allá de nuestros sentidos, sino en ellos mismos. Esta eternidad y esta reconciliación con el mundo se producen en el tiempo y dentro del tiempo, en nuestra vida mortal, porque la poesía y el amor no nos ofrecen la inmortalidad ni la salvación.

Nietzche decía: “No la vida eterna, sino la eterna vivacidad: eso es lo que importa”.

Luego entonces la función de la poesía, en un mundo vacío pero computarizadosirve de mucho y aunque no alivia, ni corrompe, purifica. No tiene más ideología que un alma y un espíritu en confrontación con todo lo que le rodea.

El periodista Braulio Peralta, en el prólogo a una larga y de las últimas entrevistas a Octavio Paz sentencia: “Heraldos de sí mismos, los poetas viven un mundo aparte: mensajeros del destino, en los tiempos modernos, pocos, muy pocos los escuchan, los leen y atienden.

Vivimos con los ojos abiertos pero ciegos ante las premoniciones que nos anuncian.

¿De qué sirve pensar y sentir si todo ello no ayuda a vivir más y mejor? El ser y la nada nos arrojan al vértigo de la ignorancia. Tendrá el poeta que gritar sus versos por teléfono, enviarlos por fax, a través de Internet, o leerlos por televisión?

Hasta eso, en los tiempos actuales, le está vedado; nadie quiere oír verdades a fin de siglo. Eliot seguirá vivo para los mas mediáticos.

En tono de queja Peralta señala: “La poesía -la palabra del poeta- ha sido menospreciada en este siglo. Pero no ha muerto. Dicen que cada 50 años nace un poeta -poeta mayor, con ideas- en cualquier país. Poetas que defienden la poesía, porque los versos son inseparables de la defensa de la libertad. Sí: la poesía no se lee en los estadios.

Pero no agoniza. En medio de la turbulencia del fin de siglo, algo queda: un puñado de hombres que describen el mundo con versos y prosa poética.

Y para concluir, que mejor que esta definición de poesía, vertida por David Huerta:

(“filo Para cortar el tiempo en dos pedazos
De espejo, de sílaba o fuego, de ropaje
Caliente o de hospitalaria desnudez”)


Prócoro Hernández Oropeza (2012)

domingo, 1 de mayo de 2016

SER O NO SER



No he cometido pecado alguno
aunque nunca haya sido feliz
pues la felicidad en el glaciar está fría
y en el trópico se asa de calor.

Olvidar no puedo y cuanto más ando,
 más me canso, más me pierdo, menos
tiempo me queda.

Nos engendran para vivir un juego de parchís 
donde se comen las fichas y son de colores.
Hermoso entretenimiento la vida
entre los cuatro elementos esenciales:
tierra, agua, aire y fuego.

Es un fraude la felicidad: es asimétrica.

Me legaron una misión imposible
como un funicular sin cable que no puede
llegar a la cima. Tampoco fui valiente,
apenas si me reí con ganas y, aunque me dediqué
a hacer muchas cosas, jamás hice
nada extraordinario.

Tampoco creo que me haya perseguido
la desdicha,
sin embargo, fui, soy un fracaso,
dedicándome a pintar y escribir poesía
sin más éxito que emborronar lienzos
y garabatear los papeles. Nunca fui
un fenómeno, sólo un ser humano.



jueves, 24 de marzo de 2016

PROCESIÓN


Procesiona el elefante
procediendo en su camino
a memorizar todo lo que ve
tocando con su trompa
los pasos que va marcando
por la senda que le ha de llevar
a la cruz de su destierro
en la tierra prometida.



martes, 8 de marzo de 2016

LA LIRA Y EL SUEÑO





El fruto del sueño,
es como una ausencia de violines
en una banda sinfónica,
donde solo suena el aire.

De mayor, se recuerdan los lienzos
que hay en la memoria, donde se guardan
aquellas imágenes, que sirven
para tener los ojos abiertos,
amar las pinturas al óleo,
tener el corazón palpitante,
y una lira inmensa en el regazo
hasta tantear con los dedos
las notas de dichos sueños.

sábado, 20 de febrero de 2016

Emilio Lledó: “La verdadera crisis es la de la inteligencia”

Emilio Lledó: “La verdadera crisis es la de la inteligencia”: Acaba de cumplir 86 años, pero irradia felicidad y esperanza. Emilio Lledó (Sevilla, 1927 ) ha impartido su vocación en universidades extranjeras y españolas, entre ellas la de La Laguna. Esta semana asistió como invitado de honor a una nueva edición de El mundo que queremos, de la Fundación CajaCanarias

domingo, 3 de enero de 2016

FARÁNDULAS DE FANTASÍA



Farándulas de mentes ilusas
construyen escenarios de fantasía,
sueñan con ángeles negros
como Machín tocando las maracas.

La realidad es un extraño comportamiento
de los sucesos que provocamos,
cuando exigimos al mundo que nos comprenda
sin mirarnos en el espejo.

Y canta el gallo al despertar las mañanas
cuando el alba cruza el cielo,
sin ser capaces de darnos cuenta,
que tergiversamos nuestras conductas
para parecer que somos buenos.

Vemos la paja en el ojo ajeno
y no vemos la viga en nuestros ojos
el uno para el otro somos raros
y vivimos en aceras enfrentadas
rechazando una buena convivencia
por falta de química mutua.

Y entonces decimos para disimular
"te quiero tanto" pero solo podemos ser amigos
porque me molesta tu presencia
pero no dejo de aprovecharme de tus favores
por creerme yo, de excelsa estirpe
que no aguanta bromas, ni consejos,
ni palabras más altas que otras
aunque yo hable a gritos.

¿Pero es que estamos tontos?

© Luis Vargas Alejo

viernes, 1 de enero de 2016

LA ESTRELLA MÁS HERMOSA SE VA

Esta noche tengo ganas de llorar pues la estrella más hermosa de mi casa se va. Tengo ganas de llorar en silencio apretando el verso que duele en la soledad. Paloma que vuela. Y ha de volar -yo bien lo sé- vivir en los cielos de la experiencia y ser independiente. Mas mi corazón tiene un latido grave pues no hay peor mal en la vida que la ausencia. Hoy necesito llorar, oh noche final, abrazado a la rama de un árbol, guardando recuerdos. Dentro de unos días se va y yo, como padre, no puedo dejar de llorar, sin que se note. De lejos canta un colibrí, urdiendo cielos, He de llorar de amor y abrazarte. © Luis Vargas Alejo

LÁSTIMA_POEMA DE LUIS VARGAS ALEJO

Lástima que no se pueda
fundir el oro con el amor,
alear la bondad con el hombre
y limarle las esquirlas ásperas,
unir la ciencia con las creencias
y las personas con lo gentil,
las miradas con las sonrisas
y los grandes capitales del poder
con los pobres indigentes.

Lástima que no se pueda
ensamblar la paz con la guerra
y rellenar trincheras
con semillas de abundancia,
extirpar el gen de los rencores,
del odio y la envidia, a pesar
de los nuevos avances tecnológicos
de la neurología.

Es lástima
porque podríamos vivir mejor:
habría gente que no mataría
de un disparo a sus propios hijos,
a sus mujeres, al que le lleva
la contraria, o al que es más débil.

Lástima
que seamos tan depredadores
y no sepamos fusionarnos
en una simbiosis perfecta
como lo hacen algunos vegetales,
o estructurar la sociedad
como lo hacen las abejas, las
hormigas y otros seres.

Lástima
que incluso la Navidad sea
una excusa para crear diferencias
y materializar los vientos
de las esquinas.

¿Qué lástima, no?...

No haría falta ni hacer poesía.

© Luis Vargas





Voz de la artista plástica chilena, residente en Barcelona, Karyn Huberman,
moderadora del Grupo Órbita Literaria  http://orbitaliteraria.spruz.com/

domingo, 20 de diciembre de 2015

Despues de Vejez...viruelas de Issa Martinez

domingo, 22 de noviembre de 2015

¿Tú conoces al Piyayo?





El Piyayo (Málaga - 1864/1940) es el apodo por el que era conocido Rafael Flores Nieto, un cantaor y guitarrista flamenco de origen gitano  que fue un personaje popular de la ciudad que alternaba su vocación musical con la venta ambulante.
Nació en el popular barrio de El Perchel de Málaga. Las letras de sus composiciones nos hacen pensar que pasó un tiempo en Cuba quizás en prisión, durante la guerra.
Su biógrafo, Eusebio Rojas nos indica que aportó al flamenco unos tangos conocidos como Cantes del Piyayo con la particularidad de que incorporan elementos de guajiras. Sus letras a menudo evocan anécdotas divertidas y burlescas. Su vieja guitarra  se conserva en la Peña Juan Breva de Málaga.
Murió en la Alcazaba de Málaga   el 25 de noviembre de 1940 como consecuencia de la arteriosclerosis.