Hoy me levanté
al amanecer
sin poder
dormir entre las sábanas,
y me vine aquí,
a este cuadro
de insomnios y verdades,
a este rincón
de opacos sentimientos
donde se
conversa a solas como un loco,
en la soledad
de las noches crueles.
Y oí el canto
de un pájaro que aún dormía...
y el verde de
los pinos que aún eran grises...
y la luna nueva
que soñaba
junto a la Osa
Mayor tirando de su carro.
Venus me
guiñaba sus ojos......
y luché por luchar, contra los signos,
embelesándome
bajo la cúpula atroz de
lapislázuli
dialogando con los
fantasmas de siempre.
Sentí pudor de gritar
ausencias
porque no hay más luz que
la luz,
ni más océano que el
inmenso,
a cuyo viento navegan los
poemas
zozobrando en conjeturas y
en fiestas,
prendiendo lazos en los
sauces,
oyéndose en el rumor de las
abejas
y oliéndose en la madera
verde.
Resistir a lo enajenado,
igual que lo hace el bosque
a un desierto,
afianzado, lleno de raíces
y ramas,
que sirven para vestir una
desnudez
tejiendo túnicas sin materia:
Sintetizo,
exprimo sabias,
avanzo,
rezumo agua,
y, aún así,
adolezco de muchas
carencias.
Oh¡,
la mañana clarea y temo
retornar a mi razón...
hace mucho calor de bruma,
bruma.
En la distancia en que nos
vemos, no hay colores,
sólo sombras
brisas,
ecos,
sentimientos.....
ser de uno mismo
-aunque no se sea -
estando desnudo a la
intemperie
hasta que nos empape la
lluvia.
© Luis Vargas Alejo
3 comentarios:
Hola Luis, he visitado tu página y debo decirte que encuentro solo el título del post, algo pasó al editarlo. Un abrazo.
Gracias Beatriz. Puedes leerlo ya. Solo era que el texto estaba en letra negra y con pasar el cursor por encima se podía ver, pero ya esta bien. Lo que no sé es por qué Blogger no lo ha convertido a escribirlo.
Me resulta un poema muy bien logrado, amigo. Me discursa con armonía y gusto.
Abrazos
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