jueves, 15 de marzo de 2018

EL TIEMPO PASA



Aun conservo el blasón,
la loriga, el yelmo y la lanza
de cuando fui caballero andante
y anduve luchando contra molinos
escribiendo versos.

Hoy me faltan arrestos, dominios
y palabras, para enjugar alcancías
con lagares, pues el tiempo
no perdona y los años pasan al anochecer
como una constelación invisible.

Luchar contra los vientos del norte
-frío y empecinados-
es querer resolver las cuitas circundantes
en un verso libre, encurtir la cotidianeidad,
y esperar que Proteo no me contradiga.

Mi jaca, todavía es más vieja que yo
con la energía perdida en el éter.

© Luis Vargas Alejo

martes, 13 de marzo de 2018

LA HERENCIA DE UN POETA



Harpa que no suena
arrinconado en la estancia de mi sótano
un armario,
libros, muchos libros,
el arcón de las pinturas,
secretos de mi vida guardados como un tesoro,
luz rota,
herencia de lo terreno convertidos en años de piedras,
un manto general de ausencias,
objetos sin valor que transmiten toda mi vida
donde enmudecen los silencios
y brotan
los íntimos arcanos del destino, los sueños, las palabras...

Aquí os lo dejo todo
pues me voy sin destino, resbalando por el cansancio,
por los agujeros de una celosía.

Las paredes tienen olor a verso, azar y controversia
y en los rincones, está mi alma.

Mucho más deseo hay, detrás de cada alba.

© Luis Vargas Alejo