lunes, 6 de mayo de 2013

JARAMAGOS


Seco como un desierto sin dunas
atrevido corazón latiendo
como ventarrón que esparce huidas.

Frisos de hojarasca en la pared
como historia que se cuenta en arabescos
furtivo el tiempo, el espacio cano,
jaramagos salvajes que van creciendo
en la ribera del río y en las cunetas...
en el borde la vida.


Y se van marchando de dos en dos
los versos que antes cubrían los años
como tripletes de ideas amancebadas.

Silencio de cristal lleno de vaho
cuando el eco de la espuma cita poemas
y no acuden las palabras a la cita del aire
como dos enamorados que se separan;
la noche al hombre, el trigo ciego,
y una calma arrugada que toma formas
de los huecos del vértigo
que hay en el agua.

© Luis Vargas Alejo