miércoles, 2 de septiembre de 2020

HISTORIA DE UN CAPULLO

Fui engendrado
en el mes de mayo
dentro de una margarita
por un polen bienvenido
y siempre fui un capullo.
 
Crecí en un invernadero
de pequeñas dimensiones
y me alimentaba del aire
y del rayo de luz que entraba
por un ventanuco.
 
Cuando fui mayor
los espacios abiertos me molestaban,
la muchedumbre desviaba mi síntesis
y no me gustaban las macetas de balcón.
Prefería los jarrones individuales
con figuras chinescas, con mucha agua,
muy transparentes y de interior.
 
Sufría cuando me trasladaban
a sitios sin luz con aires viciados
y acompañado de plantas extrañas,
o en alocados centros comerciales
y en los verano secos y muy calurosos
me mustiaba.
 
Cuando quise recordar
había pasado durante tanto tiempo
por tantas anómalas situaciones
que mi fototropismo fue escaso
y comprendí por qué siempre
fui un capullo. 
 
© Luis Vargas Alejo

 

jueves, 30 de julio de 2020

TARDE DE VERANO

Arden las ventanas,
el gris de la calle humea
y el sol quema los límites del cielo.

La gente se esconde tras las paredes
cerrando las puertas que destellan,
esperando que levanten la barrera
y entre por los rincones aire fresco,
mientras los girasoles ensordecidos
sueñan.

Como si fuera a pasar algún emperador
los tejados se han vestido de oropeles
en esta tremenda tarde de calor,
a la hora que ya suena el ángelus.

© Luis Vargas Alejo

CON LAS GAFAS DE VER COSAS PEQUEÑAS

Me he puesto las gafas

para ver cosas pequeñas.

Me he mirado las manos

y como corteza de árbol viejo

tienen la piel cuarteada.

 

Qué pronto se hace uno centenario

sin haber cumplido los cien años,

sin que podamos precisar la deriva

que se esconde sin ser vista

en los paseos largos de las alamedas.

 

Todo está engranada

y no nos damos cuenta,

meticulosamente unido,

como las palabras escritas en un libro

que aunque no abras, ni leas

están sonando dentro

en lo insonoro.

 

 

© Luis Vargas Alejo

martes, 9 de junio de 2020

ALGUNOS POEMAS MÁS SIN EDITAR


AL TARDECER

Al atardecer,
la jaula de los lienzos
se torna en sombras,
y empiezan a moverse
los fantasmas,
y preguntan
y no hay respuestas,
y los colores se juntan
y se amalgaman
y se maltratan
y gritan
y se van como versos
contando penas.

Al atardecer,
en estos días de confinamiento,
cuando ya el virus
se ha paseado por  los rincones,
se cuentan los muertos,
las nubes están llenas de almas
y la tarde está sombría
y triste.

Un tifón invisible
espera en la alamedas
sobre el manto de los verdes
amarillos y malvas
de la primavera,
como si una calima de fondo rojo
nos estuviera diciendo
ven, no tengas miedo, te abrazo,
ven...
pero yo no salgo de casa.

Al atardecer,
se repliegan como un abanico
las madreselvas,
y se oyen los cánticos y las trompetas
de la esperanza,
como una fiesta secreta,
como un brillo de luna
que se mece en las aguas.

Mañana, la vida, seguirá brotando.


 197

SIN TÍTULO

Se traslada, viene y va,
mira, observa, inventa,
investiga, socializa, siente,
camina, construye, lucha
y no puede nunca parar.

Se aquieta, duerme, lee,
divide la tierra en parcelas
hace leyes, mitologías, faunos,
le conduce la avaricia,
es distinto y semejante.

Le incomoda el aburrimiento
quiere dominar, busca amar,
quiere que le amen, mata
destruye, viaja por placer,
y le es imposible estar quieto.

S mente está siempre en movimiento
para lo bueno y para lo malo
como una máquina de resorte infinito
y no puede estar solo y cree y no cree
y nunca está satisfecho, quiere más.

Si no hay nada que hacer, lo inventa,
hace poesía, crea monstruos, quiere
alcanzar la luna, ríe, llora, falsea,
toma lo que no es suyo,
no le gusta la monotonía,
ataca al adversario, oprime
y es oprimido, se cree ser rey
de todo cuanto existe, a veces
ama...

Cuando el ser humano se confine
y deje de crear fantasmas y pare,
morirá para siempre.

El hombre no puede parar
está condenado a un nirvana
inverso para siempre.


198

CONTINGENCIA

Un día se descontrolará
y llegará a los contornos
expandiéndose y arrasando.

Será en el avance de los tiempos
imprevisto previsible
porque todo es contingente.

Y será una nueva revolución
que dejará un hueco en el espacio
sin que por ello cambie nada.

Nadie puede cambiar el mundo
aunque la ciencia, la técnica,
las creencias y las sociedades se agiten.

Porque le ley de la naturaleza
impera sobre la voluntad humana
y lo que ha de caer, caerá
y lo que deba permanecer, permanecerá.

Y aparecerán nuevos virus, nuevas tendencias
nuevas especies, nuevos problemas
 nuevas soluciones, pero la destrucción
y la muerte, nunca será vencida.

Se descontrolará el cáncer controlado
y dejaré de existir.


199

POEMAZO DIALOGADO CON ENDECHA INCLUIDO

Andaba yo paseando
por los alrededores de un río,
-del que no sabía su nombre-
cuando, sin pedir permiso,
se me apareció entre la arboleda
una princesa vestida de tules:

-Buenos día, caballero, me dijo

-Buenos días, bella dama, respondí

-Soy el amor de tu vida, encantada
por el hechizo de un mal poema,
que escribiste en internet un día,

-Vaya, pues "qué mala pata", le contesté
-¿Y qué queréis de mí?

-Que me escribas un lindo poema,
para librarme de este mal que me angustia,

-Ah, ya sé quién eres, tú eres Jacinta
la que siempre me ponía un like
detrás de cada uno de mis poemas
y a veces hasta los comentabas,

- La misma, esa soy

-Pues no sé si podré sacarte del hechizo,
porque ahora mismo no encuentro palabras
ni estoy inspirado,
mas iba pensando en mis deudas y fracasos
y no estoy para poemas,
pero espera:

"Si te quitas las sedas,
me dejas ver tus luces
te sientas en el pasto
bajo aquel u otro sauce
y hacemos tu y yo el amor,
el hechizo que aquí aduces,
esta endecha deshecha
lo que tu mal produce"

- Ah, pues venga, hagamos el amor.


Y vi como se desnudaba,
como su piel refulgía
y como un rana de cuento de hadas, salté
y ¡zas¡, me escurrí en un helecho,
caí a las agua del río
y desperté que me ahogaba,
como un tonto soñando bajo un parral,
borracho de vino y uva.

Entonces miré a la doncella,
que no era otra que mi amada esposa,
que me decía:

¡Por Dios, que tonto eres,
otra vez caído en el río, sin saber nadar
y dormido¡

200

 A UN VIRUS CONCORONA

Oh mierda de majestad, majestad
con corona, que penetra en los tejidos de mi piel
reinando en todo mi cuerpo,
haciéndome el amor a contrapunto,
sin darte cuenta que soy republicano,
que nada quiero contigo,
que te vayas a otros mundos,
pues no queremos ni verte
porque tu reino es maldito,
¡abdica! ¡muérete! ¡quítate la corona!
que ni el Rey Sol fue tan cruel como tú.

¿Quién te has creído que eres,
que vienes avasallando
como un bárbaro rey de alguna galaxia
intentando dominar al ser humano
en nuestra propia Tierra?

¡Vete, huye, sintetiza tus proteínas
en tu propia maldad y métete tu ARN por el culo,
pues no queremos tus falsos mensajes
ni te vamos a dar el gusto
de ser nuestro amante vampiro. Vete!
 
Aquí no puedes reinar y te hundiremos
con yelmo, lorigas y lanzas en ristre,
con escudos antivirus y agujas con vacunas
¡con todos nuestra técnica y ciencia!
y pronto morirás.

© Luis Vargas Alejo