lunes, 2 de noviembre de 2009

HOY ME LEVANTÉ AL AMANECER

Hoy me levanté al amanecer
sin poder dormir entre las sábanas,
y me vine aquí,
a este cuadro de insomnios y verdades,
a este rincón de opacos sentimientos
donde se conversa a solas como un loco,
en la soledad de las noches crueles.
Y oí el canto de un pájaro que aún dormía...
y el verde de los pinos que aún eran grises...
y la luna nueva que soñaba
junto a la Osa Mayor tirando de su carro.

Venus me guiñaba sus ojos......
y luché, por luchar, contra los signos,
embelesándome.

Bajo la cúpula atroz de lapislázuli
dialogaba con los fantasmas de siempre.

Sentí pudor de gritar ausencias
porque no hay más luz que la luz,
ni más océano que el inmenso,
a cuyo viento navegan los poemas
zozobrando en conjeturas y en fiestas,
prendiendo lazos en los sauces,
oyéndose en el rumor de las abejas
y oliéndose en la madera verde.

Resistir a lo enajenado,
igual que lo hace el bosque a un desierto,
afianzado, lleno de raíces,
lleno de ramas entrecruzadas,
sirve para vestir una desnudez
tejiendo túnicas sin materia:


Sintetizo, exprimo sabias, avanzo,
rezuma agua, y aún así,
adolezco de muchas carencias.

Oh¡,
la mañana ya clarea y temo retornar a mi cordura...

En la distancia en que nos vemos
no debe haber iris de colores:
solo brisas,
ecos,
sentimientos.....
no ser de uno mismo
-aunque se sea -
siendo del otro
al que se ama.

Así la soledad, será más pequeña.


© Luis Vargas

2 comentarios:

Matilde Maisonnave dijo...

Insomnio de poeta. Cuánto se eleva el alma, se suspende en el silencioso quejido de algún árbol centenario; en algún piar de un enamorado que sueña...
Esa hermosa locura pretendemos para paliar la soledad con nuestros versos. La luz renace y vuelves a tu amor.
"Así la soledad, será más pequeña"

¡Es un placer leerte amigo!

Besos

Matilde

José Valle Valdés dijo...

Muy de mi gusto. Parabienes, amigo. Abrazo