jueves, 12 de mayo de 2011

SAN PEDRO EL VIEJO EN HUESCA_óleo de Luis Vargas


Románico en arcadas de columnas

en patio de monasterio,

rezos enclaustrados

piedra sobre piedra,

filigranas de talla que elevan aves,

silencio,

maitines al alba

entre voces de canto gregoriano,

vientos en espirales

ascienden por los círculos de Dante,

la luz penetra en el paraíso

y se angosta la sombra...


por los corredores adoquinados

andan las gracias como guardianes

de las cuatro partes del claustro.


La pintura está hecha:

sólo falta abrir el pórtico,

que entre Beatriz

y se haga el milagro.


© Luis Vargas

2 comentarios:

José Valle Valdés dijo...

Encantadora pintura, en excelente ayustamiento con el poema. Felicitaciones, amigo. Abrazo.
Pichy

Begoña M. B. dijo...

En el suelo de piedra,
el sol,
reflecta entre sombras
su condición de luz.

De símil situación sesgada
pero paralela
viven y/o mueren
circustancias únicas
en silencio.

Dura vida, en la que buscamos
el entendimiento humano
iluminando lo inerte.

Bego.