viernes, 21 de marzo de 2014

LA ÓRBITA DEL TIEMPO

El tiempo es testaferro de los años
que va penetrando en los poros de las células
como el silencio en una estancia.

El invierno pasa sufragando nieves
adecuando tormentas a una primavera
que ya comienza.

Aromas de sexo que abren flores
con besos de bocas jadeantes
anhelos de luz.

Y se alumbra la órbita del espacio
sumando cuerpos y lustros
y astros que agonizan sin querer.

Caemos en la explosión de la nueva vida
mientras el reloj marca las horas
y vamos abandonando la existencia.

Es un reemplazo de la materia
y el espítiru.

© Luis Vargas

1 comentario:

José Valle Valdés dijo...

Me resulta un estupendo poema, amigo.
Felicitaciones.

Fuerte abrazo