viernes, 11 de septiembre de 2009

AZUL TURQUESA (a mi esposa)

Me obsesionan los jinetes de color azul turquesa.
El viento de tu mirada. Tus ojos, sí, tus ojos.
Tu boca, sí, tu boca. Tu pelo, sí, tu pelo.
La serpentina de plata que cruza el valle de tus montañas,
nacimiento y caudal de todas mis ansias.

Me obsesiona tu gesto y tu alma.
Aquella noche oscura que tú alumbraste
con aquella sinfonía de besos y de palabras.

Te quiero, desde hace tanto,
que no sé si el tiempo va hacia tras o hacia delante.
Espero recabar la memoria para tenerte siempre en mi pensamiento
y auscultar los enigmas del amor
con la pasión del que espera y lucha por un milagro.

© Luis Vargas Alejo

3 comentarios:

Matilde Maisonnave dijo...

¡Hermoso homenaje a la mujer compañera de tus días y noches!
Un amor que perdura a través del tiempo...
Vivimos esperando todos alguna cosa, más que nada develar los enigmas del amor!
¡Un aplauso también para quien te inspiró!

Besos

Matilde

Luvar dijo...

Admiramos a quien queremos y queremos a quien admiramos. El amor sereno es el producto de más lujo que podemos ofrecer

José Valle Valdés dijo...

Aquí leo mucho de sabiduría y filosofía del que ha vivido y sabe vivir...Siempre es aconsejable dedicarle algo a nuestras esposas. Abrazo