jueves, 15 de marzo de 2018

EL TIEMPO PASA



Aun conservo el blasón,
la loriga, el yelmo y la lanza
de cuando fui caballero andante
y anduve luchando contra molinos
escribiendo versos.

Hoy me faltan arrestos, dominios
y palabras, para enjugar alcancías
con lagares, pues el tiempo
no perdona y los años pasan al anochecer
como una constelación invisible.

Luchar contra los vientos del norte
-frío y empecinados-
es querer resolver las cuitas circundantes
en un verso libre, encurtir la cotidianeidad,
y esperar que Proteo no me contradiga.

Mi jaca, todavía es más vieja que yo
con la energía perdida en el éter.

© Luis Vargas Alejo

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