martes, 13 de marzo de 2018

LA HERENCIA DE UN POETA



Harpa que no suena
arrinconado en la estancia de mi sótano
un armario,
libros, muchos libros,
el arcón de las pinturas,
secretos de mi vida guardados como un tesoro,
luz rota,
herencia de lo terreno convertidos en años de piedras,
un manto general de ausencias,
objetos sin valor que transmiten toda mi vida
donde enmudecen los silencios
y brotan
los íntimos arcanos del destino, los sueños, las palabras...

Aquí os lo dejo todo
pues me voy sin destino, resbalando por el cansancio,
por los agujeros de una celosía.

Las paredes tienen olor a verso, azar y controversia
y en los rincones, está mi alma.

Mucho más deseo hay, detrás de cada alba.

© Luis Vargas Alejo

1 comentario:

José Valle Valdés dijo...

Me resulta un poema estupendo, amigo. Tu decir denota maestría, el gran "oficio" alcanzando por tu poética, Maestro.

Fuerte abrazo