martes, 6 de noviembre de 2018

EL VERSO





Danza de la palabra que baja y sube,
que evoluciona en el aire,
que rueda, que gira, que rota...
que se extiende
y se transporta en el verso apasionado,
como filigrana de fuego,
como gritos y saltos de silencio,
 
Lenguaje en movimiento
abarcando la tempestad y la sequía,
las raíces de los huecos del alma,
las experiencias de los ciclos inseparables,
como extendiendo plumas
en el ala de un ave que vuela
por los largos espacios cortos,
en el que un bailarín
en equilibrio y flotando,
voltea giros en un segundo
reflejándose en un suelo de cristal
 
La palabra es un baile que evoca figuras
más allá del sueño y de la luz,
se eleva de puntillas, abierta de piernas
y descalza, se estremece
sobre la realidad imaginaria
de un clavicordio que suena rítmico,
como el abrazo de dos cuerpos
que envuelven la vida en música.

 © Luis Vargas Alejo

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